Sé que voy a contracorriente cuando digo que Bioshock Infinite es uno de los juegos que más me ha gustado de la pasada generación sobre todo porque la gran mayoría prefiere su excelsa primera entrega y el sobrecogedor ambiente de Rapture. También es cierto que el downgrade a nivel jugable que sufrió después de la demo del E3 le ha hecho bastante daño pero Columbia, Elizabeth, Booker o los hermanos Lutece no pasan desapercibidos para nadie al que le guste la creación de Ken Levine. Creo que no soy el único que piensa de esta forma porque en Etsy alguien ha plasmado su amor por el juego en forma de colgante de vigorizantes, la auténtica salsa de este FPS. Quizá el formato sea algo extraño, sin embargo el acabado es impecable y por un módico precio (6,35 euros) podréis llevar un pedacito de Bioshock en vuestro cuello.