Ahora que la moda de los arcade ha vuelto con fuerza, que se lo pregunten a Arcade Vintage, parece que tener una recreativa en el salón de nuestra casa se ha convertido en una tendencia entre los decoradores más influyentes. El problema es que, como miembro de la generación de los '80, tengo una idea bastante diferente de cómo debe de ser uno de estos muebles y, en mi humilde opinión, el modelo PIXELKABINETT 42 es feo de narices. Esta edición fabricada a mano cuenta con tan solo 50 unidades a la venta, lo que justifica su compra si eres amante de lo exclusivo, y también de lo caro (3.699 euros), pero poco más. Salvando el impecable acabado de su panel de control tenemos ante nosotros un aséptico arcade que poco tiene que ver con la gloriosa época de los salones de juego. Llamadme cutre, pero me lanzaría de cabeza a por un mítico Video-Sonic antes que comprar una de estas lujosas piezas decorativas. Que sí, que lleva MAME en su interior, pero no es lo mismo. Además me daría pena apoyar los cigarros en ella.