La NES vuelve a estar de moda gracias a la NES Mini, aunque yo sigo sospechando que nunca dejó de estarlo, y por su culpa la gente está perdiendo la cabeza con esta pequeña pieza de amor retro. Ya conocíamos anteriormente el submundo de la reventa en eBay y Amazon pero los precios que está alcanzando esta pequeña consola nos deja al borde del apocalipsis mundial. ¿Qué es lo que tiene la primera consola de la gran N para provocar semejante terremoto? ¿Es su colección de juegos inmortales? ¿el factor nostalgia? ¿o acaso la posibilidad de ver en el futuro una SNES reducida a la mínima expresión? Quizá simplemente sea que necesitábamos un pequeño empujón para alcanzar la demencia pero parece que la compañía Retro Fighters está lista para aprovecharse de nuestra enajenación.

Jab Gamepad es el nombre del nuevo controlador que han sacado al mercado, un mando de nueva generación muy similar a los usados en las videoconsolas modernas pero con el toque inconfundible de la old school. Sus colores pronto nos recuerdan a la estética de NES pero es que Retro Fighters ha ido un paso más allá y además de ser un gamepad compatible con PC y MAC también lo será con la mismísima consola que homenajea. Ya nos parecía raro que solo tuviera dos botones. Con un doble pad analógico, gatillos, botón turbo y la indispensable cruceta este accesorio es capaz de adaptarse a cualquier terreno, salvo en los juegos de lucha, que necesitaríamos de nuevo rescatar el modelo de Super Nintendo (el mejor gamepad para fighting games) o contar con un arcade stick. Si aun así ya estáis enamorados del Jab Gamepad podéis comprarlo desde la página de Retro Fighters al precio de 24,99 dólares, aunque puede que varíe algo con el envío a España.

 

Sobre El Autor

Cocreador y exredactor de la revista Fase Extra Magazine. Antiguo administrador del blog Fase Extra. Fotógrafo, editor de vídeo, cortometrajista y buscador pasivo de oro. Disfrutando de los videojuegos desde la época de Amstrad CPC hasta la de Xbox One, y vuelta atrás. Defensor de Alone in the Dark (2008) y otras causas perdidas. Una vez tuve tiempo libre.